La piel, para estar bella, debe estar hidratada, luminosa y firme. Con el paso de los años, la piel comienza a caer debido a la gravedad. Por lo tanto es importante que sepamos qué hay que hacer para que la piel se conserve firme y tonificada.
El colágeno es el encargado de mantener firme la piel de la cara, con el paso del tiempo éste se va desgastando y disminuye su producción, lo que genera que el cutis se vuelva cada vez más fino, sensible y vaya perdiendo su firmeza. Para poder frenar este proceso de envejecimiento y descolgamiento facial, debemos actuar a través de diferentes frentes.
Una buena hidratación facial a través de cremas antiedad que contengan vitamina C, retinol, y demás productos de acuerdo a las necesidades de cada paciente y el uso de protección solar ayudan a disminuir los procesos oxidativos de la piel que contribuyen a reducir la producción de colágeno. ¿Sabías que tomar el sol en exceso y sin protección destruye las fibras de colágeno y acelera el envejecimiento?
Tomar alimentos ricos en vitaminas y minerales contribuyen a retrasar los cambios cutáneos que se reflejan con la edad, debido a su alto contenido en antioxidantes. (Estos también se pueden tomar como suplementos vía oral). Pero hay que tener presente que estas medidas no son suficientes para frenar ese descolgamiento progresivo y cronológico de la piel. Es por ello que debemos recurrir a otros tratamientos y técnicas que nos ofrece la medicina estética para solventar dicho problema. Entre ellas podemos destacar:
-Radiofrecuencia Facial
-Ultrasonido Microfocalizado
-Lifting sin Cirugía: que se consigue con la aplicación de Infiltraciones con Rellenos de alta calidad que contribuyen a reestructurar y redensificar el tejido, o mediante la implantación de Hilos Tensores reabsorbibles.
-Lifting quirúrgico Cada uno de estos tratamientos tienen sus indicaciones específicas que van a depender del grado de flacidez que pueda presentar la persona.