Láser Fraccionado Erbio

Restauración cutánea profunda con láser 1550
La tecnología detrás del tratamiento nuevo de Láser Fraccionado Erbio es tan revolucionara como los resultados que puede demostrar. A diferencia de otros tratamientos con láser, el tratamiento con Láser Fraccionado Erbio puede apuntar con precisión áreas microscópicas de la piel, utilizando columnas de energía láser enfocadas a eliminar las células cutáneas viejas y dañadas y penetrar mucho más allá de la superficie de la piel.
Cada tratamiento fue diseñado para tratar entre un 20 y 35 por ciento de la superficie de la piel, dejando el 68-80 por ciento restante disponible para reparar rápida y completamente las áreas tratadas.
Debido a que el tratamiento es tan preciso, es eficaz en áreas delicadas como el cuello, el pecho y las manos. Los resultados son inmediatos y progresivos, con resultados máximos evidentes en aproximadamente dos o tres meses.
En pocas palabras, el tratamiento con Láser Fraccionado Erbio promueve el proceso natural de curación de la piel, dando como resultado un rejuvenecimiento natural que remueve años no solo en apariencia, sino también en funciones.
El Láser Fraccionado Erbio ha sido aprobado por la FDA para los siguientes tratamientos:
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Arrugas alrededor de los ojos
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Manchas de la edad y del sol(daño solar)
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Cicatrices quirúrgicas
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Rejuvenecimiento cutáneo
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Poro abierto
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Estrías
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Rosácea
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Cicatrices de acné, en algunos casos se combina con medicamentos inyectados o aplicados para tratar cicatrices Hipertróficas y/o Queloides ( Triamcinolona, 5- Fluorouracilo y Toxina botulínica).
Al tratar la piel por debajo de su superficie, el tratamiento estimula el proceso de reparación natural del cuerpo, el cual se encarga de reemplazar la piel dañada con piel sana.
Restauración Cutánea de los antebrazos
Conforme avanza la edad, la piel va perdiendo elasticidad y tono, por lo que se hace más delgada y ajada, hasta tener un aspecto casi “transparente”. Esta pérdida de elasticidad también sucede a nivel de los pequeños vasos sanguíneos o capilares que la nutren, lo que hace a la piel más propensa a desarrollar moretones incluso con el más mínimo roce o presión. A esto se le denomina fragilidad capilar y es una de las características más notorias de la piel envejecida. Muy notorio frecuentemente en los antebrazos.